Indignados se encontraban familiares y amigos del fallecido deportista ariqueño, Fernando González, al no ver en la audiencia de hoy, a Francisco Javier Caniguante quien debía escuchar al Tribunal Oral, la condena por los cargos en su contra de cuasidelito de homicidio y por abandonar a la víctima sin prestarle ayuda tras atropellarlo. Más indignados y desconcertados quedaron cuando escucharon la condena, la que se redujo a solo a un año de pena efectiva en la cárcel de Acha.
Un poco más de una hora alcanzó a estar prófugo de la justicia el autor del atropello con causa de muerte, Francisco Javier Caniguante, pues carabineros de la SIP de la Tercera Comisaría iniciaron inmediatamente la investigación dando con el paradero de Caniguante en dependencias de la Gobernación Marítima de Arica. Posteriormente, al lugar llegó un furgón de la Primera Comisaria llevando detenido al prófugo, para mañana a primera hora ponerlo a disposición de la justicia.
Recordemos que Caniguante pagó una fianza para vivir el proceso de investigación de la fiscalía en libertad, con la condición de estar presente en todas las audiencias, incluso la de hoy.
Solo un año en la cárcel
El acusado fue condenado a un año de libertad vigilada por cuasidelito de homicidio y a 4 años por haberse dado a la fuga sin prestar auxilio a la víctima. De estos 4 años, deberá cumplir un año de pena efectiva en la cárcel de Acha. También el Tribunal acogió una demanda civil del querellante, por lo que deberá pagar 60 millones de pesos a la familia como indemnización, más 440 mil pesos por los gastos del funeral.
Mañana lunes en horas de la mañana, se realizará una audiencia para discutir su situación respecto a cuándo debe comenzar a cumplir ese año de pena efectiva y también su ausencia en la audiencia de hoy.
Investigación
De acuerdo a lo revelado en el juicio, el hecho se registró cerca de las 20 horas del 25 de abril, cuando la víctima y su pareja se desplazaban en bicicleta por el sector costero de Las Dunas en dirección al sur, siendo impactado por un vehículo conducido por Francisco Javier Caniguante, quien huyó del lugar sin prestarle auxilio. Producto de la colisión, Fernando González sufrió graves lesiones que le provocaron la muerte en el mismo sitio.
En el lugar se halló una plumilla del limpiaparabrisas del vehículo, el que fue objeto de diversas pericias estableciéndose inicialmente que correspondía a un automóvil Mazda Premacy. Asimismo, en diciembre pasado la madre de la víctima le señaló a la Fiscal Erika Romero, que había encontrado en la animita de su hijo un mensaje anónimo que indicaba la placa patente del vehículo involucrado en el hecho.
“A partir de ahí se identificó al dueño del vehículo, quien es funcionario de la Armada y declaró que esa noche su vehículo fue conducido por un amigo también marino, mientras que él iba en el asiento de atrás y un tercer amigo en el de copiloto. Este testigo dijo que iba durmiendo al momento del accidente y que tras despertar el conductor le dijo que había chocado con un tarro de basura y que se encargaría de los gastos del arreglo del móvil, por lo que lo tuvo bastante tiempo en su poder antes de devolvérselo en buenas condiciones”, explicó la Fiscal Romero.
Tras ello, la Fiscalía instruyó una serie de diligencias de investigación. Es así como funcionarios de la SIP de Carabineros se trasladaron hasta Talcahuano –donde fue trasladado el propietario del vehículo- donde junto a efectivos del Laboratorio de Criminalística de la policía uniformada periciaron dicho móvil, confirmando que se trata de la misma máquina involucrada en el fatal atropello.
“El imputado prestó declaración y reconoció que iba manejando ese vehículo, pero negó que haya participado del hecho. Tenemos antecedentes que indican que el imputado se puso en contacto con el dueño del vehículo y el tercer ocupante esa noche para recriminarles lo que habían declarado. Asimismo, el imputado viajó sorpresivamente a Perú y después a Bolivia donde se puso en contacto con su familia señalándoles que no pensaba retornar al país, ni enfrentar a la justicia”.
Recordemos que según testigos, el acusado iba conduciendo en estado de ebriedad al producirse el fatal atropello, situación que no pudo acreditar la fiscalía, siendo formalizado por cuasidelito de homicidio y también por el delito de abandonar a la víctima sin prestar ayuda ni dar aviso a la autoridad. Tal vez y a modo de reflexión, la ley debiera dar por sentado que si se fugó, es porque iba en estado de ebriedad, porque cabe la pregunta, Cómo se comprueba que un conductor iba en estado de ebriedad? Si en este caso por ejemplo, y tras una larga investigación de SIP de carabineros de la Tercera Comisaría y la Fiscalía de Arica, el acusado fue detenido varios meses después de ese fatal día.
Precisamente fue su propia familia la que posteriormente informó a la policía respecto a la permanencia en el extranjero del imputado, quien hoy fue finalmente se encuentra detenido, formalizado, y condenado.
Fotos de archivo
