Alegre y comprometido. Con su escuela, con sus estudiantes, con la matemática. Siempre con una sonrisa en los labios, el profesor Omar Iriarte fue de aquellos que dejan huella en quienes lo conocieron, por eso su abrupta partida en pleno septiembre, a días de la primavera, duele en lo más profundo.
Era el término del 2017 y el docente, entusiasta como un niño, se puso el polerón que lo hacía partícipe del Proyecto Asociativo Regional (PAR) Explora Arica y Parinacota. Ese mero simbolismo, sellaba dos años de trabajo arduo con el Programa Explora junto a sus niños de la escuela Darío Salas ¿Cómo le quedó el polerón? le preguntamos en esa oportunidad. “Hubo un cambio, me dieron uno un poquito más grande, porque el primero no me entraba por ningún lado. Este me queda bueno, pero conteniendo la respiración. Lo voy a usar en invierno y en verano también, en la tardecita”, dijo mientras posaba para la foto.
El profe Omar dejó este plano para pasar a otro trascendental, dejando aquí su legado. En las redes sociales las muestras de pesar fueron incontables y se trasladaron hacia los lugares en los que se les dio el último adiós. Es que el docente no dudaba en participar junto a sus alumnos en la Gymkhana Matemática, congresos de ciencia y tecnología, enseñándoles Etnomatemática o animando eventos en la escuela.
Cómo olvidar aquel día en el que tejió un gran quipu junto a sus estudiantes. La herramienta, hecha de nudos de lana, usada por los incas para contar, se instalaba en una de las salas de clases en el establecimiento del valle de Azapa, en la Academia de Etnomatemática organizada por el PAR Explora Conicyt Arica y Parinacota, en conjunto con los departamentos de Matemática y Antropología de la Universidad de Tarapacá.
“A los alumnos les llamó la atención la actividad en general, porque vieron muchas cosas nuevas, pero una de las más llamativas fue la construcción del quipu, pues no imaginaban que con simples cordelitos podían contar sus pertenencias. Para mí fue una retroalimentación y un aporte”, comentó en esa oportunidad.
CACHIPÚN TRÓFICO
Otro memorable del profesor Iriarte fue aquella vez en que se convirtió en medusa y no quiso involucionar a un plancton en el “cachipún trófico”. En aquella ocasión confesó que ser parte de Explora con un proyecto, era un sueño hecho realidad. “Llegar aquí por primera vez para mí fue casi en el momento de irme del sistema, e implica dejar algo, porque esto no se va a quedar acá, voy a seguir hinchando para que el asunto siga mucho más adelante”.
Así, con las ganas que lo caracterizaron siempre, participó del Congreso Regional de Ciencia y Tecnología. “Ver los frutos tan rápido, y más aún, que se van a la etapa nacional como escuela rural es genial…Como profesor de matemáticas tengo la ecuación perfecta, profesores igual alumnos, resultado: un gran trabajo ¡Estoy emocionado y se nota!”.
Para la directora de PAR Explora Arica Parinacota, Mónica Navarrete, la partida del profesor deja muchos mensajes. “Desde acá le decimos que descanse en paz, tranquilo, con la sensación de la tarea resuelta, de la huella que no se borra, del deber cumplido. Su recuerdo no se extinguirá entre quienes lo conocimos. Gracias por mostrarnos al profesor comprometido, al profesor que busca dar más oportunidades a sus niños y niñas a través de la educación. Gracias por mostrarnos el rostro invaluable de la educación pública en Chile, aquella a la que deberíamos sumarnos más con el entusiasmo y pasión que usted nos mostró”.
En Explora el profesor participó durante los últimos cuatro años en la Gymkhana Matemática. El año 2017 obtuvo el primer lugar en el nivel de séptimo y octavo básico. También participó en el Congreso Regional 2017 con las estudiantes María José Cifuentes y Karina Condori con quienes desarrolló la investigación “Las colcas de San Lorenzo y su misterio”, trabajo que buscó a través de la Etnomatemática, explicar los principios de orientación, capacidad y volumen del sistema de almacenamiento de alimento utilizado hace mil años por los ancestros regionales. En el año 2018 presentó junto a los estudiantes Cristhian Yordi Vilca y David Calli Vilca, una investigación que buscaba determinar el “Conocimiento sobre la Cultura Tiwanaku en Arica” que tenían los estudiantes entre segundo y octavo básico en la escuela Darío Salas.