En el marco de la Conmemoración del Día Internacional de la Mujer, el 8 de marzo de 2025, el Observatorio Laboral de Arica y Parinacota financiado por la Subsecretaría del Trabajo y ejecutado por la Universidad de Tarapacá, explora las desigualdades de género en el mercado laboral particularmente en la región de Arica y Parinacota. El informe evidencia tres principales brechas: participación laboral, segregación ocupacional y disparidad salarial, las que podrían ser marcadas por factores estructurales y culturales.
Frente al informe la Seremi del Trabajo y Previsión Social Jennifer Lazo comento que “En Materia de brechas de género hemos trabajado fuertemente con el fin de poder lograr equiparar la cancha en materia laboral para las mujeres de la región, en esta instancia es que hemos fortalecido los programas de capacitación y formación con enfoque de género, trabajo que también lo hemos realizado a través de la Mesa Regional de Capacitación donde logramos descentralizar las demandas de los trabajadores de nuestra región permitiéndonos levantar solicitudes de cursos de capacitación con pertinencia local, uno de estos ha sido el curso de conductor profesional clase A-3, donde 61 mujeres se capacitaron con el fin de que la región cuente con nuevas conductoras profesionales para buses eléctricos, curso ejecutado por el Servicio de Capacitación y Empleo, Sence a través del programa Becas Laborales”.
Según el boletín, en 2024, la tasa de participación laboral femenina en la región alcanzó el 51,9%, quedando como la sexta región con mayor participación de mujeres en el mercado laboral. En tanto, la inactividad evidencia que en la región de Arica y Parinacota 51,2% de mujeres en edad de trabajar está inactiva, frente al 33,2% de hombres. Es decir, casi 1 de cada 2 mujeres en edad de trabajar no participa en el mercado laboral o está fuera de la fuerza de trabajo, versus solo 1 de cada 3 hombres. Tanto para las mujeres y los hombres una de las principales razones de inactividad es por motivos de estudios. Sin embargo, un 24,9% de las mujeres no se integra a la fuerza de trabajo por quehaceres del hogar, versus solo 1,8% de los hombres reflejando la distribución poco equitativa de las labores de cuidado.
Además, el boletín revela una marcada división en los tipos de empleos que ocupan hombres y mujeres. Las mujeres están sobrerrepresentadas en sectores como turismo, salud y educación, mientras que los hombres predominan en la construcción, minería y transporte. Por ejemplo, 7 de cada 10 trabajadores del sector de la educación son mujeres, mientras que 9 de cada 10 trabajadores de la construcción son hombres.
Además, según el informe, la segregación vertical está vinculada directamente con los puestos de trabajo de distintas jerarquías a los cuales acceden hombres y mujeres, en este sentido las ocupaciones que concentran la mayor cantidad de mujeres en la región corresponden a personal de comercio y profesionales, con un 62% y 61% respectivamente. Pese a que las mujeres representan el 61% de los profesionales con trabajo en los puestos directivos y gerenciales solo alcanzan un 25% en comparación del 75% de los hombres.
Salario e informalidad
En cuanto a la brecha salarial entre hombres y mujeres sigue siendo un tema urgente. En 2023, las mujeres de Arica y Parinacota ganaron en promedio un 17,3% menos que los hombres. Esta brecha coincide con las tendencias nacionales, donde los ingresos de las mujeres son sistemáticamente más bajos en diversos sectores.
El Dr. Fernando Cabrales, economista y director del Observatorio Laboral en la región, afirma que, “la brecha salarial no sólo tiene que ver con la discriminación en la remuneración por el mismo trabajo, también se relaciona con el tipo de empleos a los que las mujeres pueden acceder. Ellas suelen concentrarse en sectores peor pagados y en empleos informales, lo que agrava la disparidad de ingresos”.
En 2024, el 36,2% de las mujeres de Arica y Parinacota tenía un empleo informal, frente al 28,8% de los hombres. Esta tendencia se debe en parte, a la necesidad de las mujeres de equilibrar las responsabilidades laborales y familiares, lo que a menudo las lleva a aceptar empleos precarios.
En este sentido, la Seremi Lazo afirmo que “Desde el año 2022 como gobierno comenzamos a trabajar en la Agenda del Trabajo Decente, esto implicaba no solo mejorar la empleabilidad y la ocupación en la región, sino que el trabajo sea formal y de forma segura, en este sentido podemos decir que en este último tiempo hemos observado una baja en la ocupación informal en la región según la Encuesta Nacional de Empleo, liderada por las mujeres. Sabemos que aun queda mucho por hacer pues los diversos factores como el cuidado de los hijos, encargarse del cuidado de algún familiar o bien las labores del hogar o el estudio, muchas veces proporcionan las condiciones para que principalmente las mujeres busquen trabajos en horarios flexibles y dinámicos que les permitan lograr compatibilizar trabajo y familia. Como gobierno hemos avanzado en diversas leyes, para acortar brechas, pero sabemos que debemos seguir trabajando incansablemente para que nuestro país, hombres y mujeres tengan la oportunidad de desarrollarse laboralmente”.
El boletín subraya que aumentar la participación de la mujer en el mercado laboral va mas allá de buscar la equidad de género, sino también de crecimiento económico de la región y el país. Los estudios sugieren que un aumento del 1% en la participación laboral femenina podría impulsar el PIB de Chile en un 0,1%. Si se incorporara un 10% más de mujeres a la población activa, el PIB podría crecer hasta un 1%.