El jefe comunal además dijo que encontró una municipalidad que era un repositorio de favores políticos. Y que él y su equipo han recibido presiones de ex candidatos, de ex alcaldes y de los presidentes de los partidos políticos tradicionales
En el marco del primer Concejo Municipal del año 2017, el alcalde Gerardo Espíndola, se refirió al proceso de no renovación de los contratos que espiraban en diciembre de 2016 en la Municipalidad de Arica, precisando que a un grupo de personas no se les renovó porque estamos sobrepasados en los límites que exige la Ley.
En la misma línea el jefe comunal agregó: “Hay que entender que los recursos públicos no le pertenecen al alcalde, más bien son recursos sagrados que le pertenecen a la comunidad. Por lo tanto, es misión de mi gestión el cuidar estos dineros”, complementó el edil.
FAVORES POLÍTICOS
“Encontramos una municipalidad que era un repositorio de favores políticos. Yo y mi equipo hemos recibido presiones de ex candidatos, de ex alcaldes y de los presidentes de partidos políticos tradicionales, quienes nos solicitaron que incorporemos a diferentes personas, lo que reafirma nuestra posición de no renovar los contratos de operadores políticos que se arrastraban de varias gestiones anteriores”, enfatizó Espíndola.
En relación a la posible reincorporación de funcionarios a los que no se les renovó su contrato, el alcalde de Arica, aclaró: “Recibimos la municipalidad desordenada en lo que respecta a los contratos a honorarios. No existían evaluación alguna que nos permitieran efectuar un mejor proceso de no renovación de contratos. Por lo mismo, pensamos que pueden existir puntos ciegos que ameritan una segunda revisión.
Hasta el año 2016 existía una sobredotación que sobrepasaba en un 30.8% la cantidad de funcionarios a honorarios que por Ley debía existir al interior de la Municipalidad de Arica.