Estos paneles quedarán de forma permanente y relatan los hitos históricos y manifestaciones de la memoria de este oficio en la ciudad, como: la organización sindical, la participación de las mujeres, la llegada de la pesca industrial y los riesgos que corre la pesca artesanal.
La investigación conlleva la revisión por casi 3 años de archivos de prensa y entrevistas a pescadores más longevos de la Caleta; contempla también la entrega de un informe a los sindicatos y cooperativa de pescadores, pescadoras, buzos y mariscadores que participaron en el estudio.
Durante el cierre de este proyecto, el presidente del Sindicato de Pescadores Artesanales José Peñaloza valoró la exposición ya que es un relato que muy pocos conocen en Arica, “nos da realce como caleta porque estamos hundidos dentro de una empresa -el Puerto de Arica- y nos sentimos orgullosos de que esto salga a la comunidad”.
En la misma línea, el buzo Ricardo Condori, celebró el interés de la comunidad por conocer la historia de la pesca artesanal, asimismo, alertó sobre los daños que provocaría al oficio en Arica, la instalación de la planta desalinizadora en el sector Quiane, proyecto que está llevando a cabo la empresa Aguas del Altiplano.
“Esta planta provocará un daño ecológico para toda la comunidad. Todo los mariscos frescos que vienen a comprar como el piure, la lapa, todo eso va morir. Van a dejar peor de lo que dejaron las pesqueras, que estuvieron por tantos años”, criticó Condori.
Por su parte, Bárbara Santander, pionera del ex Comité de Esposas de Pescadores, recordó trabajo de su organización “Junto a la hermana Clarina, éramos 30 mujeres, fuimos pioneras en la organización de fiestas para los niños, participamos en la Confederación Nacional de Pescadores Artesanales y con la Red de Mujeres, dejando un buen legado”.
Para la encargada de la investigación, María Paz Espinosa, presentar la investigación a la comunidad en este formato, busca generar “un acercamiento al oficio y al espacio de la Caleta, de la misma forma, es importante dar a conocer los riesgos que corre en desaparecer los oficios del pescador y el buzo, y el daño que este provocaría a la comunidad pues afectaría directamente en nuestra alimentación”.
El cierre de este proyecto fue ambientado por la música de Negro Poblete y su Jarana Criolla y estuvo acompañado por Claudia Flores, directora regional del Servicio del Patrimonio. El desarrollo de la investigación fue financiado por el Fondo del Patrimonio del Servicio Nacional del Patrimonio del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio.
