En general, la población cuenta con un promedio de 11 años de estudio, mientras que en los establecimientos de JUNJI en Integra asisten más de cuatro mil niños.
El Seremi de Desarrollo Social, Julio Verdejo Aqueveque, dio a conocer antecedentes educacionales de la CASEN 2015, estudio en el que destaca el aumento de chilenos y chilenas que completan su escolaridad obligatoria y un crecimiento significativo de la cobertura de educación parvularia.
La escolaridad promedio de la población de 15 años y más alcanzó los 11 años de estudio, lo que representa un aumento estadísticamente significativo en comparación con 2013. Asimismo, si se toma en cuenta la serie de datos desde 1990 a 2015, se observa un aumento de dos años de estudio en promedio de la población de 15 o más años, que en 1990 era 9.
En cuanto al nivel de educación de la población, se destaca que un 30,3% de la población de 25 años o más ha alcanzado la educación media completa. Un cambio importante es el aumento de la proporción de la población que ha alcanzado la educación superior completa, que al año 2015, llegó al 19,8%, mientras que en 2013 era de 18,5%.
Asistencia a la Educación Parvularia
Si bien la tasa neta de asistencia a educación parvularia de la población de 0 a 5 años continúa siendo menor a la observada a otros niveles (50,3% según Casen 2015), en el caso de la población de 4 a 5 años este indicador supera el 90%. En este último grupo, además, se registra un aumento estadísticamente significativo de la asistencia entre los años 2013 y 2015 (aumenta de 87,4% a 90,1%). En el caso de los niños que no asisten, se señala como principal razón de no asistencia que “no es necesario porque lo(a) cuidan en la casa”, con un 77,7% y 67,3% de menciones, respectivamente, entre los niños/as de 0 a 3 años y de 4 a 5 años que no asisten a un establecimiento educacional.
Más matriculados en jardines
Verdejo explicó que en la región de Arica y Parinacota “se ha incrementado la matrícula de educación parvularia en forma significativa. Junji cuenta con 3.487 párvulos, mientras que Integra con 982 niños, especialmente del Primer y Segundo Quintil. Todos ellos integrados a sus aulas realizando un trabajo de aprendizajes significativos que mejoran sustantivamente su desarrollo intelectual y afectivo. Además, sólo Junji ha invertido en los últimos 3 años más de 10 mil millones de pesos que han permitido respaldar el significativo aumento de cobertura”.
La autoridad agregó que “se debe agregar la educación parvularia municipal y particular subvencionada que tiene financiamiento fiscal, lo que viene a consolidar la tendencia de que los niños y niñas chilenos vayan al párvulo y se pueda avanzar en la nivelación del capital cultural de base”.
Cobertura de Educación Básica
En educación básica, se mantienen las altas tasas de asistencia, tanto bruta (104,1%) como neta (91,5%). Entre quienes no asisten a un establecimiento educacional, la principal razón corresponde a motivos personales, dentro de las cuales se incluyen categorías como enfermedades, decisiones de cuidado, quehaceres del hogar, entre otras, alcanzando al 50,2% de las menciones. Los estudiantes de educación básica estudian mayoritariamente en establecimientos particulares subvencionados (53,4%). Sin embargo, en el primer quintil de ingreso autónomo per cápita, se concentran en establecimientos municipales (54,1%), mientras que en el resto de los quintiles predomina la dependencia particular subvencionada.
Educación Media
Cuando se analizan los resultados de la educación media se aprecia que las tasas de asistencia bruta y neta han mejorado a lo largo del tiempo, alcanzando al 99,6% y 73,6%, respectivamente. A pesar de ello, el primer quintil de ingreso continúa con una tasa neta inferior al 70%. Al igual que en educación básica, la mayor parte de los estudiantes (50,9%) asiste a un establecimiento particular subvencionado.
Educación Superior
Se destaca que en la educación superior se registra un aumento en la tasa de asistencia bruta y neta que es significativa entre el año 2013 y 2015, llegando en este último año a un 53,1% y 37,4%, respectivamente. Además, las tasas de asistencia bruta y neta son mayores en el caso de las mujeres en relación a los hombres. No obstante, persisten brechas en el acceso a educación superior por nivel socioeconómico, observándose tasas de asistencia significativamente más altas para los jóvenes de 18 a 24 años de los grupos de mayores ingresos (por ejemplo, el decil de mayor ingreso autónomo per cápita registra una tasa de asistencia neta en educación superior de 61,1%, en comparación con el 28,4% que se observa en el decil de menor ingreso).
