Dos nuevas «Residencias Familiares» ya recibieron a los adolescentes que permanecían en el «Cread Arica», el cual fue cerrado como parte del compromiso del Sename de poner fin a los centros de protección masivos.
Casas con habitaciones personalizadas, para un máximo de 15 adolescentes, son las que recibieron a los y las jóvenes que vivieron hasta febrero en el Cread Arica, que ya fue cerrado por el Servicio Nacional de Menores (Sename). La información fue confirmada por el director regional de la institución, Pablo González, en conjunto con el intendente de la región, Roberto Erpel, y la gobernadora de Arica, Mirtha Arancibia, quienes días antes tuvieron la oportunidad de conocer estas nuevas residencias que vienen a poner fin a la residencia de protección masiva, «Cread Arica».
Cerrar los centros de protección masivos y transformarlos en «Residencias Familiares» significa pasar de un modelo impersonal, con fuertes restricciones en las dinámicas internas -lo cual ha sido ampliamente criticado por expertos nacionales e internacionales- a un cuidado más personalizado y con dinámicas similares a las que vive una familia.
El director regional del Sename señaló que no se trata solamente de un cambio de casa, sino también de los equipos que trabajan con los adolescentes, con el fin de brindarles un ambiente de contención, apoyo y efectiva protección. «Con la apertura de las «Residencias Familiares» en Arica estamos realizando una importante transformación del modelo de atención que el Estado entrega a los adolescentes que fueron vulnerados en sus derechos, garantizándoles un ambiente acogedor para vivir, donde reciben afecto y están sujetos a programas de intervención especializados”, explicó Pablo González.
La autoridad regional agregó que el cuidado de estos adolescentes, que son derivados por los tribunales de familia, requiere el compromiso de los diversos actores vinculados a infancia, como los ministerios de Educación y Salud, y el apoyo de las comunidades donde están insertas las nuevas residencias, para lo cual “se han realizado reuniones de trabajo y coordinación con los vecinos, explicándoles cómo funcionan estas residencias y derribando algunos mitos, con el fin de que los adolescentes se vinculen positivamente con sus nuevos barrios”.
Este es el segundo centro masivo del país que deja de funcionar, después del cierre del Cread Playa Ancha, en Valparaíso. En las próximas semanas se sumarán otros centros masivos en las regiones del Biobío y Metropolitana, donde ya se están habilitando nuevas residencias familiares