Muchas veces cuando nos preguntan que significa la palabra “alumnos” aludimos a que significa “sin luz” y hemos ido acuñando este significado por tiempo, pero si buscamos el origen de esta palabra nos encontramos que en latín “alumnus” se refiere a él como “al que se alimenta y hace crecer”, en lo personal, con mis 30 años de profesora creo que esta definición se acerca a lo que siempre he querido llegar en mi ejercicio profesional.
Los alumnos son aquellos seres que necesitan crecer y para esto necesitan hacer suyos los conocimientos que se les pueda entregar, pero también requieren aprender de valores y principios que los llevará a ser buenas personas y profesionales para que así de esta manera puedan servir a la comunidad en que se encuentran.
Un buen alumno o alumna no sólo es el que presenta excelentes calificaciones y pone mucha atención en clases, sino también es el que busca más allá de lo que su profesor le entrega en el aula. Es el que se ha empapado conocimientos por si mismo desde los libros, internet y de la exploración de todo cuanto lo rodea y es capaz de dejar para sí cada una de estas experiencias, alimentándose con ellas y formando sus proyectos de vidas.
Por estas razones es que ahora se habla de la educación en términos globales, cada uno de nosotros: profesores, padres, familia y amigos, somos responsables de alimentar a alumnos, verlos crecer, formarse, valorarse y quererse a sí mismos.
Estimados alumnos, el personaje central de su historia son ustedes, para que puedan desarrollarse y recibir lo que les queremos entregar, lo primero que tienen que hacer es creer en ustedes mismo, esta es la única manera en que todo lo que sueñen sea posible. Que disfruten este y todos los días de tu vida y sean felices, íntegros y por sobre todo buenas personas.
Claudia Urriola Corrales
Profesora de educación diferencial y directora del Centro de Aprendizaje de las Instituciones Santo Tomás Sede Arica