El departamento de Salud Pública de la Facultad de Medicina de la Pontificia Universidad Católica de Chile (PUC) entregó los resultados del estudio “Costo económico y social del consumo de alcohol en Chile, 2017” mandatado por el Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol (SENDA) el cual reveló entre otros datos que 13.260 muertes fueron producto del uso de alcohol en 2014 (37 muertes diarias). Esto representa el 13% del total de muertes ocurridas ese año.
Asimismo, dio cuenta de los costos económicos para el país en diversos ámbitos, los costos económicos y sociales atribuibles al uso de alcohol en Chile para el año 2017 son de $1,488,776,225,023 pesos (1.5 billones de pesos). De estos, el 30,1% son costos directos de salud, 52,2% son costos por disminución de productividad, 15,5% son costos relacionados a crimen, 1,9% son costos derivados de la aplicación de ley y de programas de gobierno y 0,3% por ausentismo laboral.
La Directora Regional de SENDA Arica y Parinacota, Paula Bravo se refirió a esta cifra y señaló que se trata de una cifra alarmante que insta a SENDA y a la comunidad a actuar de manera firme y clara frente al consumo de alcohol “como región tenemos la tarea de no seguir incrementando esta cifra, trabajando con más énfasis en la prevención del consumo de alcohol en edad temprana, con el objetivo de fortalecer factores protectores en nuestros niños, niñas y adolescentes, dialogando con ellos sobre los efectos que produce el alcohol como ulceras, problemas de rendimiento escolar, dependencia, enfermedades hepáticas y digestivas, entre otras”
Este estudio aporta nuevos antecedentes a los ya entregados por el Décimo Segundo Estudio Nacional de Drogas en Población Escolar el cual también reveló cifras que preocupan a la Directora regional “ recientemente comentábamos las cifras de consumo de tranquilizantes en nuestra población escolar, si bien la prevalencia en consumo de alcohol en nuestra región declinó a un 24%, no es una cifra alentadora, ya que más del 50% de nuestros jóvenes declaró haber experimentado, al menos, un episodio de embriaguez el último mes. Es necesario trabajar juntos” agregó además que “como Servicio reafirmamos nuestro compromiso como región, pero más que nunca necesitamos que la familia, comunidad educativa, vecinos y organizaciones se sumen a nuestros programas de prevención y tengan participación activa para fortalecer una cultura preventiva, pero además para reforzar la información de tal modo que tengamos niños y niñas informados que puedan tomar decisiones y sepan las consecuencias del consumo de alcohol”