Chile es reconocido a nivel mundial por su rica diversidad en productos de calidad, y uno de los mecanismos que garantiza esta autenticidad es el «Sello de Origen». Este sello representa un distintivo de calidad que certifica el origen y lo genuino de determinados productos, destacando su vínculo con una región geográfica específica dentro del territorio chileno.
El Sello de Origen es en sí mismo, una marca de certificación, otorgado en base a la ley y reglamentaciones establecidas. Garantiza al consumidor que el producto ha sido elaborado, producido o procesado en una región geográfica con características específicas, atributos o cualidades únicas que influyen en sus características particulares y su calidad. El uso del sello en los productos reconocidos es gratuito, en tanto se cumplan con los requisitos específicos contenidos en su reglamento.
Que los productos tengan Sello de Origen tiene una serie de ventajas, como por ejemplo la garantía de autenticidad y calidad, la protección de la reputación, y por último, entrega un valor agregado y diferenciación en sus productos.
En relación con esto, el seremi de Economía, Fomento y Turismo, José Zúñiga Verdugo, comentó que “el Sello de origen permite a los consumidores identificar de manera clara y confiable la procedencia de un producto. Esto es especialmente relevante en un contexto donde existe una gran cantidad de mercancías falsificadas o de baja calidad en el mercado. Al conocer el origen de un producto, los consumidores pueden tomar decisiones informadas y elegir aquellos que cumplan con sus expectativas en términos de calidad, tradición y reputación”.
La autoridad regional además agregó que el Sello de origen proporciona una ventaja competitiva a los productores y fabricantes legítimos. “Al certificar el origen de un producto, se protege la reputación de la región o país de donde proviene, así como la calidad y autenticidad asociadas a dicha procedencia. Esto no solo beneficia a los productores locales, sino también a la economía en general, ya que promueve la valoración de los productos nacionales y fomenta el comercio justo y equitativo” comentó.
Tres productos con Sello de Origen en Arica y Parinacota
En nuestra región tenemos tres productos con Sello de Origen; el Maíz Lluteño, la Aceituna de Azapa y el Orégano de Precordillera. Los tres productos obtuvieron la Indicación Geográfica, que es el tipo de Sello que hace referencia al lugar o región de producción, extracción, cultivo o elaboración que determina las cualidades específicas del producto originario de dicho lugar o región.
En relación con esto la Aceituna de Azapa, producida en el Valle del mismo nombre, se caracteriza por su sabor amargo, textura firme y tamaño considerable. Su origen geográfico único contribuye a su perfil de sabor distintivo y la diferencia de otros tipos de aceitunas.
En cuanto al Orégano de Precordillera, cultivado en la zona del Altiplano de la región, se destaca por su aroma intenso y sabores herbales; además por su cultivo ancestral. Las condiciones específicas de la región, como el suelo y el clima, influyen en la calidad y características de este producto, reconocido como un producto de calidad gourmet por chef nacionales e internacionales.
Por último, el Maíz Lluteño, primero en obtener la Indicación Geográfica en el 2015, se cultiva en el Valle de Lluta y caracteriza por su sabor dulce y textura tierna. Este se ha logrado desarrollar bajo condiciones de estrés, presentando altos niveles de tolerancia a la salinidad y al exceso de boro característicos del suelo de esa zona, el cual lo distinguen de otros tipos de maíz.
Al respecto el seremi de Economía, Fomento y Turismo, José Zúñiga Verdugo, comentó sobre la importancia de la Indicación geográfica de estos tres productos. «Estos representan la identidad y el patrimonio gastronómico de nuestra región. No solo brindan un sabor único y de calidad, sino que también generan oportunidades de desarrollo económico y turístico para nuestras comunidades. Invitamos a los consumidores a valorar y disfrutar de estos productos auténticos y a descubrir la riqueza que ofrecen nuestras tierras».
