De todas partes de la ciudad se divisaba la tremenda columna de humo negro. Al principio nadie sabía de que trataba, pero no pasó mucho rato para saber que era la quema de neumáticos en las cercanías del vertedero municipal. Las redes sociales también ardían, criticando la deleznable acción-atentado contra el medioambiente y que lejos de ayudar al turismo aleja cualquier posibilidad, con la dantesca postal que se apreciaba de toda la ciudad. La pregunta que queda es ¿Quién fiscaliza y toma acción contra este atentado contra el medioambiente?
Era fácil darse cuenta de lo que ocurría al sentir el ulular de las sirenas y mirar a los cuatro puntos cardinales de nuestra ciudad, siendo uno de ellos de color negro absoluto. Efectivamente en el sector norte, en un terreno cercano al vertedero y en el cual se depositaban neumáticos por cantidad, ardía también basura la que se acumulaba en el lugar por vecinos en toma. Bomberos de diferentes compañías lucharon por varias horas para apagar el incendio.
Lo más complicado es que en el lugar, que no era el vertedero, sino que camino a éste, habían viviendas producto de tomas, las que podrían verse afectadas también.
A pesar que aún no se supo como se inició el siniestro, lo que sí se sabe es que existen responsabilidades, por un lado, de los propios pobladores ilegales quienes acumularon basura y neumáticos y por otro, del municipio ariqueño y de la autoridad sanitaria por no prever este peligro inminente, que ya estaba en su conocimiento.
