Cerca de 60 apoderados y educadoras de párvulos se interiorizaron y reflexionaron respecto al consumo consciente y responsable en materia de seguridad de productos dirigidos a la infancia, en el tercer diálogo participativo organizado por JUNJI y Sernac.
El encuentro, que contó con la participación del seremi de Economía, Franz Castro y de las directoras regionales de las instituciones organizadoras, Sandra Flores y Rosa Cortez, abordó aspecto relacionados a la seguridad en juguetes y otros productos asociados: piratería, materiales riesgosos, uso e instalación adecuada de productos dirigidos a niños y niñas, entre otros.
En la oportunidad, se expusieron los temas: “Seguridad de productos: una obra de múltiples actores”, “Seguridad infantil en el automóvil” y “Seguridad en juguetes”, los cuales estuvieron a cargo de la directora regional del Sernac; de la profesional de apoyo de la Seremi de Transporte y Telecomunicaciones, María Salas y del encargado de Seguridad Química de la Seremi de Salud, Roberto Cavieres; respectivamente.
“Como institución rectora de la primera infancia nos interesa que las niñas y niños estén protegidos en todo ámbito y por ello gestionamos este diálogo junto a Sernac puesto que es importante que las familias velen por la seguridad cuando adquieren un juguete o transportan en vehículos a sus hijas e hijos. En esta fecha se hace más necesario considerando que pronto se inician las compras navideñas y comienzan los viajes por las vacaciones de verano”, sostuvo la directora regional de JUNJI.
Mientras que la autoridad regional de Sernac destacó el trabajo de la Mesa Regional de Seguridad de Productos y la Ciudadanía, que enfatiza contribuir a desarrollar una cultura de consumo consciente y responsable en toda la población de la región.
Cabe destacar que las normas mínimas para un juguete seguro considera que sus piezas o partes no obstruyan la respiración, que los envases no contengan elementos cortantes ni punzantes, que los envases adviertan que el embalaje debe estar alejado de los niños, no sean inflamables ni tóxicos, que indique la edad de uso recomendada, utilizando mensajes como “advertencia, no apropiado para niños menores de 3 años” y que no sea falsificado.