- La reducción progresiva de la jornada laboral en el sector privado también podría significar un incremento en la productividad de las empresas, según detalló el académico de la Facultad de Derecho de la Universidad de Tarapacá, Sergio Pérez.
A fines de abril comenzó a regir la Ley 21.561 que establece la reducción gradual de la jornada laboral de 44 a 40 horas semanales en el sector privado del país.
De acuerdo con el académico de la Facultad de Derecho de la Universidad de Tarapacá, Sergio Pérez Alvarado, “esta reducción progresiva va a tener beneficios tanto para la empresa como para los trabajadores. En relación con los trabajadores se ha estudiado y se ha comprobado que a mayor cantidad de horas trabajadas, sin tener un periodo de descanso, eso afecta la productividad con las consecuencias que corresponden al interior de la empresa y en tal sentido podría hablar un mutuo beneficio para la empresa con mayor productividad y para el trabajador con mejor calidad de vida”.
También indicó que “es importante destacar que la reducción va a favorecer a los trabajadores toda vez que van a tener un tiempo de mayor extensión para compartir con su familia y aquello también va a propender a evitar ciertas enfermedades o anomalías de carácter fisiológico que son precisamente derivadas de la jornada muy extendida, como por ejemplo estrés y otras enfermedades vinculadas”.
Pérez detalló también que “la Inspección del Trabajo es el organismo administrativo encargado de hacer las fiscalizaciones respectivas en relación al cumplimiento de la ley y eventualmente, si es que existen infracciones, hacer los procedimientos administrativos correspondientes para sancionar por medio de multas a las empresas”.
Y respecto de las situaciones que pudieran ser consideradas como faltas, “en relación con la jornada de trabajo, básicamente está el incumplimiento del máximo de horas, tanto diario como semanal”.
