Luego de tres años de suspensión producto de la pandemia, la Corte de Apelaciones de Arica abrió nuevamente sus puertas y logró convocar a más de 200 personas que pudieron conocer el trabajo que a diario se realiza en el tribunal de alzada ariqueño.
Durante la jornada, los asistentes participaron de recorridos que fueron liderados por la presidenta del tribunal de alzada, Claudia Arenas González, y que contempló visitas a las dos salas de audiencias, salas de alegatos y hasta la oficina de Presidencia. Los grupos también fueron guiados por la ministra María Verónica Quiroz y el administrador del tribunal Raúl Marchant.
La presidenta de la Corte de Arica expresó su satisfacción por la asistencia de la ciudadanía: “Estamos satisfechos de la respuesta que tuvo la celebración del Día de los Patrimonios. Recibimos muchas visitas, la gente participó y efectuó consultas durante los recorridos al tribunal”.
La ministra Arenas agradeció la colaboración de Carabineros, PDI y Gendarmería, “además, los agradecimientos a todos los funcionarios y funcionarias judiciales que permitieron que esta actividad fuera un éxito”.
PARTICIPACIÓN
Carabineros se sumó a esta celebración judicial con la charla que dio el sargento José Pereira, quien llegó al tribunal con su can adiestrado “Heno”. Además, los más pequeños pudieron jugar con los carros infantiles de la institución policial y se fotografiaron a bordo de las motocicletas. En tanto, dos funcionarias del Departamento de Extranjería de la PDI respondieron dudas sobre el proceso de migración.
Los visitantes también pudieron observar y comprar los trabajos y manualidades confeccionados por las internas e internos de los complejos penitenciarios de la ciudad, como así también del Centro de Educación y Trabajo de la institución.
Junto a los recorridos, los asistentes también visitaron los stands del Juzgado de Garantía, del Comité de Género y No Discriminación de la Corte de Arica, además del Juzgado de Familia de la ciudad. Uno de los sectores que más llamó la atención de los asistentes fueron los libros de expedientes judiciales de 1915 y de la década del ’60.
Andrea Aravena y su hija Ariela, de 8 años participaron en uno de los recorridos. “Fue una bonita experiencia, porque nunca había entrado a un tribunal y acá me hablaron del funcionamiento de las salas y de la importancia que tiene el Poder Judicial”, dijo la asistente. En tanto, Roberto Parraguez comentó que “acá me explicaron varias cosas que solo había oído en la tele, como los recursos de amparo o de protección; estuvo buena la visita”.
Al finalizar los recorridos, los niños y niñas se fotografiaron en los estrados de las salas de audiencia y también recibieron bolsas con alimentos saludables y globos.