- Debido a la sequía y altas temperaturas, se registraron 101.577 hectáreas quemadas a nivel nacional.
- En la región igualmente la intencionalidad y descuido encabezan las causas.
“Quisiéramos decir que esperábamos un año difícil, sabíamos que estábamos enfrentando la sequía más grande de la historia de Chile, sabíamos que íbamos a enfrentar temperaturas máximas muy altas, que había mucho combustible, que la humedad relativa iba a ser muy baja, sabíamos que íbamos a tener fuerte velocidad del viento, pero no sabíamos que el nivel de intencionalidad iba a aumentar de un 35% a un 43%, eso lo lamentamos muchísimo”. Estas fueron las palabras del Ministro de Agricultura, Antonio Walker, durante la entrega del balance de la temporada de incendios forestales 2019-2020 realizado por la Corporación Nacional Forestal (CONAF), donde se evidenció un aumento de la intencionalidad de los incendios, siendo las regiones de Biobío (68%), La Araucanía (55%) y Ñuble (51%) las zonas más preocupantes.
El secretario de Estado, junto al director ejecutivo de CONAF, Rodrigo Munita, informaron que, durante la temporada que se extendió entre el 1 de julio de 2019 y el 30 de junio de 2020, se registró una afectación de 101.577 hectáreas, lo que representa un 27% más que en la temporada anterior. En tanto, los incendios accidentales ascendieron al 47%, mientras que los siniestros por causas desconocidas llegaron a 9,7% y los incendios naturales a 0,3%.
Situación regional
La Región de Arica y Parinacota no escapa a este problema, aunque con sus propias características. Así lo aseveró el director regional de CONAF, Héctor Peñaranda, quien precisó que “a nivel local la temporada se mantiene prácticamente todo el año por la continuidad de la agricultura y el uso permanente del sistema de quemas, y eso la diferencia un poco con la realidad centro-sur”.
El directivo agregó que “obviamente las cifras son muy distantes en número de incendios y en hectáreas afectadas, pero de igual modo una connotación negativa, ya que aquí tenemos menos vegetación por tanto cualquier pérdida es un impacto a las especies y los ecosistemas que sustentan una cadena alimenticia con la respectiva fauna. Ese es el caso que vivimos este año con Chaca, por ejemplo, que impactó en lugares que son hábitat del picaflor de Arica”.
Para el caso regional las cifras hablan de un ocho incendios forestales -2 menos que el período anterior-, y un total de 23 hectáreas afectadas. De este total un 43% fue de tipo intencional, un 10 por ciento por descuido o negligencia, y un 12 por ciento de causa desconocida, no consignándose ninguno por origen natural.
Los incendios forestales de la región tienen su principal origen en quemas ilegales que no tienen tramitado los avisos ante CONAF, según lo exige el Decreto Supremo 276. Actualmente la CONAF mantiene activas las fiscalizaciones a los valles, pese a las condiciones de la pandemia reinante. Para el segundo semestre en tanto, espera avanzar con otras tareas de orden preventivo, como la capacitación a través del programa “Comunidades Preparadas”, que este año se espera desarrollar en el valle de Camarones.
Llamado a la prevención
Durante la entrega del balance nacional, el titular de la cartera de Agricultura, Antonio Walker, afirmó que es vital hacer un cambio cultural en el uso del fuego para prevenir los incendios forestales por las grandes consecuencias ambientales, sociales y económicas que tienen para el país. Además, la autoridad hizo un llamado a la prevención, porque “el mejor incendio es el que no ocurre. Vamos a ser exitosos en el combate y prevención de incendios siempre y cuando contemos con la colaboración del territorio, de las comunidades, de las municipalidades, de todas las autoridades y de toda la gente que se desplaza por Chile. El cambio climático es una realidad y la recurrencia y la frecuencia de incendios cada día es mayor, por lo que tenemos que cuidar nuestro país ya que restaurar un bosque son cientos de años, hay daños económicos, sociales y medioambientales que son irreparables”.
Por su parte, el director ejecutivo de CONAF, Rodrigo Munita, llamó a seguir trabajando en la prevención y educación. “En el programa que estamos construyendo para el presente año, estamos destinando un esfuerzo importante a todo lo que es difusión, formación, enseñanza, con colegios, con municipalidades para hacer conciencia del daño que significa un incendio forestal (…) hay que generar conciencia, así como se han hecho otras campañas también tenemos que generar hábitos preventivos respecto al daño que generaran estos incendios”, cerró.