Los saberes ancestrales de la usuyiri Fausta Pairo y del yatiri Teófilo Cañari, sirvieron como hilo conductor para el taller sobre “Yerbas Tradicionales” organizado por la Mesa de la Mujer Rural de Arica y Parinacota, con la presencia de más de 80 campesinas Aymara y sus familias, y realizado en las alturas de Putre.
Ambos médicos Aymara, respetados por la multiplicidad de sus saberes y por su aporte a la comunidad en el Centro de Salud Familiar de la comuna, fueron los encargados de realizar el taller teórico práctico, donde dieron cuenta de más de un centenar de plantas y hierbas que ancestralmente han sido usadas para aliviar dolencias físicas y del alma por el pueblo Aymara, y que aún se encuentran presentes en los sectores de precordillera y altiplano de Putre.
La charla contó con la participación activa de José Luis Rivas, director regional (s) de Indap; el directorio regional de la Mesa de la Mujer Rural; la directiva del Consejo Asesor de Área; representantes de los distintos servicios del MINAGRI y el respaldo técnico de Andrés Huanca, profesional de apoyo de la oficina de área Putre de la Corporación Nacional Forestal, CONAF.
El evento se llevó a cabo en el marco de la asamblea ampliada del Consejo Asesor de Área Parinacota, del Instituto de Desarrollo Agropecuario, Indap, de Arica y Parinacota.
YERBAS PROTEGIDAS
“Tenemos que proteger las yerbas medicinales de nuestros territorios, porque muchas personas las sacan y las venden en otros lugares y las comunidades no reciben retribución por este uso, por eso tenemos que trabajar, para que sean plantas protegidas, porque representan nuestra historia y la de nuestros pueblos”, manifestó el chamán Teófilo Cañari.
“Cuando yo era niña, todos nos cuidábamos con yerbas y con plantas, no se conocían las pastillas. (…) a mis hijos también los crie así, sin pastillas; recién cuando tuvieron 10 años vinieron a conocer al médico, para complementar los saberes”, agregó la partera aymara Fausta Pairo.
Estos planteamientos fueron compartidos por las mujeres aymaras presentes en la asamblea, quienes tradicionalmente han sido guardadoras de estos saberes y prácticas, por lo que llamaron a generar un trabajo conjunto, con proyectos, fondos y estudios que permitan preservar las yerbas medicinales de la comuna.
“Podríamos generar proyectos para recuperar las plantas, en donde también esté la gente de nuestras comunidades, dándoles trabajo, para que tengan acceso a los estudios y a los proyectos que vienen a hacer acá las instituciones y las universidades, para que trabajen con la gente que vive en el territorio y nosotros sepamos qué plantas tenemos y así no se enriquezcan otras personas”, declaró Juliana Marca, presidenta de la comunidad indígena de Copaquilla.
Finalmente, Teófilo Cañari llamó la atención sobre las formas en que se cortan y sacan las plantas, que debe ser cuidadosa y pidiendo permiso a la Pachamama. “La extracción de la yerba debe ser planificada, sacando la raíz con sumo cuidado, con guantes, secándola en la sombra y no en el sol, para que no pierdan sus propiedades (…) tenemos que cuidar nuestras plantas y denunciar a Carabineros o a la Conaf cuando se hace mal uso de ellas”, concluyó.