En sesión extraordinaria, el Concejo Municipal conoció en detalle el Plan de Reformulación del Presupuesto 2020 elaborado por el municipio, que tiene como principal objetivo mantener el equilibrio presupuestario para responder con los requerimientos de la comunidad y abordar la emergencia sanitaria y socioeconómica provocada por la pandemia que ha afectado al país y particularmente a la ciudad hace casi 5 meses.
Pese a la cuantiosa baja de recursos que el municipio ha experimentado por el cierre de Casinos, Terminal Internacional de Buses, el no pago de permisos y patentes municipales, entre otros ingresos, el presupuesto municipal arroja números azules en medio de la crisis económica.
Funcionarios de Planta
“La crisis está golpeando a los municipios chilenos y nuestra municipalidad no es la excepción. Gracias al trabajo de un equipo de profesionales que son funcionarios de Carrera, funcionarios de Planta y el equipo que llegó con nuestra gestión, hemos logrado sortear de mejor manera esta difícil situación”, destacó el alcalde Gerardo Espíndola.
En el mismo sentido, el jefe comunal ariqueño, dijo que “la crisis nos obliga a apretarnos el cinturón, pero tenemos la capacidad de seguir funcionando como municipio hasta fin de año, a diferencia de otras municipalidades que lamentablemente tienen problemas para hacerlo. Además, creo importante señalar, que es ideal que recibamos más recursos por parte del Gobierno Central para seguir cumpliendo con las acciones mínimas que se nos exigen como municipalidad”.
Reconocimiento
“Quiero felicitar a los funcionarios y funcionarias que han logrado que esto no se transforme en un caos. Hay municipios que no tienen para pagar el alumbrado público porque han tenido que invertir sus pocos recursos en ayuda social, acción que nosotros también hemos hecho en Arica”, señaló la concejala Miriam Arenas.
Para enfrentar la crisis desatada por el Covid-19, la gestión del alcalde Espíndola puso en marcha una serie de acciones entre las que destacan: ahorro de recursos en bienes y servicios de consumo como papelería, folletería e impresiones; suspensión de nuevos contratos de arriendo de inmuebles, reducción al máximo de actividades municipales que no tengan relación con la pandemia y suspensión de viajes al exterior con financiamiento municipal.