Por Carolina Olmos. Directora Formación e Identidad. Santo Tomás Sede Arica
En esta fecha cuando celebramos la Navidad, el nacimiento de Jesús, es el tiempo para reflexionar sobre lo verdaderamente importante: las personas, los vínculos y los valores que sostienen nuestra convivencia. Es la invitación a darnos una pausa, en medio de las obligaciones y del ritmo acelerado de la vida cotidiana. Donde más allá de las celebraciones y los regalos, la Navidad tiene un sentido más profundo que se conecta con la dignidad humana, la solidaridad y la esperanza. El nacimiento de Jesús, en un contexto de sencillez, nos recuerda que cada persona posee un valor único y que una sociedad más justa se construye entre todos.
Desde Santo Tomás Arica, creemos que la educación cumple un rol fundamental en la construcción de comunidades más humanas. Formar personas no se trata solo de transmitir conocimientos, sino también de fortalecer valores como el respeto, la fraternidad y la responsabilidad social. Estos principios, inspirados en el pensamiento tomista, orientan nuestro quehacer diario y se expresan en la forma en que nos relacionamos, dialogamos y colaboramos.
La solidaridad, tan presente en estas fechas, no debería entenderse únicamente como un gesto puntual, más bien es una actitud que se cultiva día a día, a través de la empatía, la preocupación por el otro y el compromiso con el bien común. Del mismo modo, la fraternidad se construye cuando somos capaces de escucharnos, además de reconocer nuestras diferencias y convivir desde el respeto mutuo.
La Navidad nos invita también a actuar con coherencia y honestidad. Reforzar la ética, la responsabilidad y la búsqueda de la verdad se vuelve una tarea compartida. Educar y vivir desde estos valores es una contribución concreta al fortalecimiento de la confianza y del tejido social.
Finalmente, este tiempo nos recuerda la importancia de la esperanza. Esperanza en las personas, en la educación y en la posibilidad real de construir una sociedad más solidaria, inclusiva y respetuosa. Cada estudiante, docente y colaborador puede ser portador de ese mensaje a través de sus acciones cotidianas.
Que esta Navidad sea una invitación a volver a lo esencial, a reencontrarnos con el sentido profundo de nuestras relaciones y a proyectar, desde Arica, un mensaje de humanidad, compromiso y paz para toda nuestra sociedad.
Carolina Olmos Vásquez
Directora de Formación e Identidad
Santo Tomás Sede Arica
