En las escuelas del Valle de Lluta comenzó la entrega de textos y guías para establecimientos cuyos alumnos no tengan acceso a internet.
En Molinos, localidad ubicada a 55 kilómetros de Arica, partió la ayuda en textos y guías de lo que es el programa Aprendo en Casa y que tiene como objetivo que los estudiantes de distintos establecimientos rurales, establecimientos insuficientes y otros que no tengan acceso fácil a internet, puedan seguir aprendizaje en sus hogares, en medio de la suspensión de clases por la pandemia que afecta al mundo.
La actividad tuvo como inicio la Escuela G-117, dependiente del Servicio Local Chinchorro, donde su director Iván Arancibia Muñoz fue el encargado de recibir el material para los 18 estudiantes desde primero a sexto básico que alberga este establecimiento.
“La mayoría son estudiantes de escasos recursos, muchos de ellos con padres que producto de esta pandemia, quedaron sin trabajo, porque laboran en parcelas, entonces que nos llegue este tipo de material, es un recurso que agradecemos demasiado al Ministerio, ya que hay que pensar que además los alumnos no cuentan con internet en sus hogares y no por eso, queremos que dejen de estudiar”, detalló el docente.
Para Pía Urrutia Iglesias, seremi de Educación, el objetivo se está cumpliendo, sobre todo en sectores más alejados del radio urbano, quienes son los que más necesitan este tipo de beneficio.
“Ya lo dijimos el miércoles, cuando recibimos desde un avión Fach estas guías y libros: se trata de material pedagógico de muy alto valor educacional para nuestros estudiantes que viven en zonas apartadas a la realidad urbana, ya que con esto, queremos decirles que si bien estamos en curentena, donde la salud es los primordial para ellos y sus familias, no podemos descuidar el aprendizaje, lo que queda evidenciado con la entrega de este beneficio, el que llegará a todos nuestros estudiantes, sin importar la condición geográfica donde residan”, dijo.
Otros lados que visitó la autoridad en compañía de funcionarios del Ministerio de Educación fueron la escuela General Baquedano, de Poconchile; la Carlos Condell de la Haza, y el Colegio Agrícola, Padre Francisco Napolitano.
