El pellet había sido sustraído a una empresa de la Región de Los Lagos e iba a ser enviado a Perú, oculto en sacos de un producto de exportación boliviano, para eludir los controles sanitarios de la frontera.
En 430 sacos de 50 kilos cada uno, la Brigada Investigadora de Robos (Biro) de la PDI, halló 21,5 toneladas de alimento para salmón del sur de Chile, que esperaban en un terreno del barrio industrial “Agtima” de Arica para ser trasladadas al Perú.
El producto había sido sustraído a una empresa del rubro de la Región de Los Lagos y reenvasado, desde sus contenedores originales, a sacos rotulados como torta de soya de exportación boliviana, supuestamente con el propósito de evadir los controles sanitarios internacionales.
El pellet iba a ser llevado al país vecino del norte, donde existiría una alta demanda de este tipo de alimentos para la industria del cultivo de la trucha.
El precio del cargamento recuperado por los detectives de la Biro ascendería a los 20 millones de pesos en el mercado nacional, pero su valor sería bastante superior en el Perú, debido a la escasez de este tipo de productos.
El jefe subrogante de la Biro Arica, comisario Francisco Valencia, indicó que “en las últimas horas recibimos un antecedente relacionado con un camión cargado con sacos de alimento para salmones, que habían sido robados en el sur de Chile, información que comenzó a ser trabajada por los detectives, hasta dar con la máquina en un aparcadero del barrio industrial de Arica”.
El propietario del terreno, un transportista de 36 años, fue detenido por el delito de receptación, ilícito por el que ya figuraba con antecedentes penales. Por instrucciones de la Fiscalía, el imputado recuperó su libertad, pero quedó a la espera de ser citado a declarar por esta causa.
“Esta diligencia no solo nos permitió recuperar una gran cantidad de alimento para peces, sustraída a empresas del rubro, sino también desbaratar un completo plan para sacar este producto a través de nuestras fronteras con el Perú”, precisó el comisario Valencia.
El alimento fue incautado por la policía civil y devuelto al representante de la empresa afectada, quien al cierre de este informe lo acopiaba para su disposición final en un terreno de Villa Frontera, sector ubicado a escasos kilómetros del límite con Perú.