El monumento, dañado en 2019 durante el estallido social, retornó a la comunidad italiana local tras sufrir un daño irreparable.
Luego de tres años y medio desde su destrucción, los restos del busto de Cristóbal Colón fueron retirados de la plaza que llevaba su nombre en Arica, trabajos realizados por la Municipalidad de Arica luego de un extenso proceso de estudios y autorizaciones.
Y es que la normativa vigente en Chile considera una serie de procedimientos cuando de monumentos nacionales se trata. Para poder retirarlo, la Dirección Municipal de Cultura tuvo que acreditar el daño irreparable del mismo a través de una conservadora, elevar la solicitud al Consejo de Monumentos Nacionales y esperar la autorización, la que llegó a mediados de febrero pasado.
Karina León, directora municipal de Cultura, explicó que “como Municipalidad se hizo un seminario y un encuentro para hablar sobre los elementos públicos, sobre todo los de Arica, donde se vio esta figura de que existen monumentos que hay que repensarlos como comunidad, porque ya no significan o representan lo mismo, siendo algunos impuestos y no consultados”.
En efecto, el busto de Cristóbal Colón fue donado a la ciudad por la comunidad italiana hace varias décadas atrás, el cual se mantuvo en óptimas condiciones hasta noviembre del 2019, en pleno estallido social; cuando la imagen del navegante fue considerada ofensiva para los pueblos indígenas, al ser relacionado con una invasión al territorio americano.
Respecto al futuro de los restos, la Municipalidad de Arica sostuvo constantes reuniones con la comunidad italiana local, quienes solicitaron hacerse cargo del busto para su resguardo en un espacio privado.
Escultura en Velásquez
Pero este no es el único monumento que se encuentra cuestionado en Arica. El siguiente foco de preocupación de la Dirección de Cultura es la obra “Dios, tu y yo creamos América”, escultura que puede apreciarse en la rotonda de Velásquez.
Numerosas han sido las solicitudes de la comunidad aymara de quitar la obra por considerarse ofensiva, que muestra a un español con una espada junto a un indígena no autóctono de la zona.
León señaló que solo restan detalles para comenzar los trabajos de retiro del monumento, que han sido consensuados con la comunidad española y con el mismo autor de la obra.
Dicho procedimiento marcará un hito a nivel nacional, pues este sería el único caso en el que un monumento público es retirado por solicitud popular y no por daños irreparables, lo que ha sido logrado tras la permanente gestión del municipio con la comunidad involucrada y los organismos responsables.