En el marco del Día Mundial para la Prevención del Suicidio, la Dirección de Salud Municipal (Disam), llama a la comunidad a utilizar los espacios de salud mental disponibles para brindar apoyo y contención emocional a aquellos que estén atravesando momentos difíciles a nivel emocional y psicológico.
Durante la conmemoración de este día, instaurado el 10 de septiembre por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio, se fomentan en todo el mundo compromisos y medidas prácticas para prevenir los suicidios. Cada día hay en promedio casi 3 mil personas que ponen fin a su vida, y al menos 20 personas intentan suicidarse por cada una que lo consigue.
Es por ello que, la Disam apunta a lo relevante que es hacer conciencia acerca de la importancia del autocuidado mental, esto debido a que el suicidio es una de las consecuencias más graves y dolorosas de la pérdida de la salud mental.
Muchas veces se le resta importancia a esta patología por sobre la salud física, lo que termina siendo un grave error. Es necesario que tanto el cuerpo como la mente tengan la atención y cuidados para prevenir una enfermedad.
El suicidio es un problema complejo, en el que intervienen factores psicológicos, sociales, biológicos, culturales y ambientales.
Salud mental en Pandemia
La Disam elaboró una Plan Estratégico Covid-19 y en él destaca la salud mental de los usuarios, es por ello que, los casos priorizados que se deben tener en consideración son: personas con antecedentes de riesgo de suicidio, aquellas personas con un trastorno de salud mental que presentan una evolución prolongada en el tiempo, con importantes necesidades de continuidad de atención y coordinación interna y externa, aquellas que tengan una sospecha diagnóstica en la categoría de Trastorno Mental Grave o Severo.
A su vez, se deben considerar personas que presenten otros problemas o trastornos de la salud mental, en el que se considere en situación de riesgo y que requiera un seguimiento más intensivo, otras en la que se encuentren en una institución residencial (Salud, SENAME, SENDA, MIDESO) o en situación de calle. También aquellas con problemas de consumo perjudicial de alcohol, tabaco y otras drogas.
En este sentido, no se puede negar atención a la demanda espontánea de personas con riesgo suicida, sospechas de esquizofrenia, psicosis, depresión psicótica, de alto riesgo vital, crisis de pánico o trastornos ansiosos en general.