Si este jueves 3 de diciembre, Deportes Valdivia pierde de local ante San Marcos de Arica, el conjunto valdiviano, colista absoluto de la tabla Ponderada de la serie B, quedaría con el agua hasta el cuello, y se transformaría en el principal candidato para descender a la Segunda División Profesional.
Para salvarse del descenso, Valdivia debe sumar 23 de los 27 puntos que le restan por disputar en los próximos nueve partidos. De esta manera el conjunto sureño llegaría a 43 unidades, y se salvaría de caer a los potreros, según los cálculos matemáticos realizados por el comentarista deportivo de radio Regional de Valdivia, Pedro Brandt.
Incluso perdiendo con Arica, a los valdivianos les quedara un hálito de vida, aunque para ser sinceros, una derrota ante el conjunto sanmarquino los dejaría parados en la puerta del cementerio, ya que estarían obligados a ganar los últimos ocho partidos que les depara su terrorífico calendario de partidos.
En cuarentena
Aunque Brand se aferra a las matemáticas para decir que Valdivia aún tiene pulso y respira, el comentarista deportivo no come vidrio, y señala que futbolísticamente hablando “es absolutamente improbable” que los valdivianos se salven del descenso, porque “la mitad del plantel está lesionado; no han practicado, y porque estuvieron 14 días en cuarentena” para prevenir el contagio por Covid-19.
A propósito de la merma física sufrida por el equipo valdiviano, Brandt señaló que en la fecha pasada, cuando Deportes Valdivia cayó 2 por 1 en San Felipe, el equipo del río Callecalle “duró exactamente 55 minutos, y después fue solamente defender”.
Finalmente, Pedro Brandt cree que el joven entrenador de Valdivia, Lautaro Peña, está al mando de un “disminuido equipo que no tiene el tiempo para trabajar, y ni siquiera para adaptarse a nuevas fórmulas de juego”.