Dentro de las conversaciones que se gestaron la semana pasada entre las cancillerías de Chile y Bolivia para definir estrategias de cooperación ante crisis de Venezuela, el senador por Arica y Parinacota, José Miguel Durana (UDI) expresó su molestia porque el país altiplánico nuevamente plantea revertir el uso del oleoducto Santa Cruz- Sica Sica-Arica.
“La Nación vecina tiene una necesidad comercial de importar combustibles y por eso coloca su tema en la agenda de trabajo binacional, pero no veo a nuestro país exigiendo reciprocidad e instalando la importancia económica y logística de reactivar el Ferrocarril de Arica a La Paz para lograr un mayor desarrollo en el transporte de las cargas desde y hacia el puerto de Arica”, precisó el legislador.
A juicio del parlamentario, «si el gobierno de Luis Arce necesita transporte gasolina y diésel, mediante el oleoducto, este tema requiere participación ciudadana regional porque se trata de una tubería que pasa por Arica. “Las decisiones de Estado no pueden tomarse a espaldas de la ciudanía, entre cúpulas, sin bajada local y menos cuando la actitud del gobierno de Bolivia ha sido no colaborar en temas migratorios para reconducir a quienes entran ilegalmente a Chile por ese país”, apuntó Durana.
A su vez, el congresista plantea que «es necesario que esta iniciativa se ciña a la normativa ambiental vigente, sometiéndose al Sistema de Evaluación Ambiental (SEA), dado que es una infraestructura que data de 1957 y durante todos estos años, se han dictado nuevas leyes tendientes a proteger y preservar el medio ambiente».
“Nuestra ciudad tiene una larga y triste historia de contaminación, y por lo mismo, se debe revisar la infraestructura vigente aun cuando Bolivia tenga la concesión marítima del oleoducto, porque es Arica la que sostiene este acuerdo bilateral del que no nos beneficiamos como ciudad, todo lo contrario”, puntualizó el senador.
Durana enfatizó también que en el marco del Plan Regulador de Arica existe un cambio en el uso de suelo de los Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos ubicados en la intersección de las avenidas Diego Portales y Alejandro Azolas, para que las 3,5 hectáreas en cuestión sean destinadas a la construcción de viviendas, parques, plazas y servicios comunitarios.
“¿Por qué la Cancillería chilena no aprovecha de exigir la recuperación de ese sitio a Bolivia si se trata de una decisión imperiosa a nivel local? Arica es una ciudad clave para Chile y todas las decisiones que se toman con Bolivia, nos afectan directamente como región, por lo que pido que seamos incluidos en estas negociaciones”, concluyó Durana.