La actitud violenta del sacerdote, fue repudiada por el propio obispo de Arica Moisés Atisha, quien apartó de sus funciones públicas al religioso. Fiscalía Local deberá tomar declaración a la víctima y testigos para esclarecer los hechos.
El Tribunal de Garantía de Arica admitió la tramitación de la querella interpuesta por el Servicio Nacional de la Mujer, por el delito de lesiones menos graves contra un sacerdote de la Diócesis de Arica, quien agrediera físicamente a una mujer de 23 años en el estacionamiento de un céntrico servicentro de Arica.
Tras esta admisibilidad, el Tribunal de Garantía remitió la querella a la Fiscalía Local, entidad que procederá a una investigación en la que se deberá tomar declaración de la víctima, de los testigos que se encontraban en el servicentro al momento de los hechos, además de realizar otras diligencias que están destinadas a acreditar la responsabilidad del sacerdote en las agresiones.
La directora regional del Sernam, Jacqueline Castillo Roblero, señaló la importancia de que se inicie este proceso de investigación, «es misión del servicio hacerse parte en estos casos y no solo quedarse con presentación de la querella. Queremos que se investigue lo que pasó y que el involucrado reciba las sanciones jurídicas que correspondan», dijo.
El Obispado de Arica –mediante un comunicado público- reconoció los hechos y el obispo Moisés Atisha, reaccionó con estupor frente a este “inexplicable suceso”, frente al cual expresó su categórico rechazo y dispuso que el sacerdote no ejerciera públicamente su ministerio.