La comunidad educativa del jardín infantil y sala cuna “Poconchile” de Integra volvió a desarrollar la tradicional fiesta de la Cruz de Mayo, celebración en la que los párvulos son protagonistas.
Después de dos años impedidos por la pandemia, el equipo educativo, las familias y especialmente los niños y niñas del jardín infantil y sala cuna “Poconchile” de Fundación Integra volvieron a festejar la fiesta de la Cruz de Mayo en esa localidad del valle de Lluta, una tradicional celebración religiosa que pone a los párvulos en el centro de esta actividad.
“El año pasado celebramos la fiesta, tuvimos una madrina, vestimos la cruz y grabamos unos videos que les enviamos a las familias, pero fue todo de manera virtual, a distancia”, contó Arlette Rivera Gahona, educadora y directora de ese establecimiento educativo.
“Por eso, este año que entre comillas estamos volviendo de a poco a la normalidad, la retomamos como antes, porque además es una actividad estratégica de nuestro Proyecto Educativo Institucional el resaltar, resignificar las culturas y tradiciones del valle en el que están insertas nuestras familias”, añadió la tía Arlette.
Agregó que en esas tradiciones y costumbres los niños y niñas del jardín tienen un papel preponderante porque, habiendo otras fiestas de la Cruz de Mayo en el mismo valle y en toda la región, esta celebración en el jardín les pertenece, es la fiesta de los niños y además las familias en reunión de apoderados la levantaron como una necesidad de fortalecer más su participación en el Proyecto Educativo Institucional.
Hay una razón todavía más importante, contó la directora, y tiene que ver con que los niños en sus respectivas familias participaban en fiestas similares sin entender para qué y por qué. “Al llegar al jardín, ellos contaban que habían ido a buscar una cruz al cerro y después el papá había ido a una fiesta y la gente tomaba cerveza, entonces resignificar las tradiciones del valle es eso, decirles que esto tiene un sentido, que hay gente grande que celebra de otra manera. Nosotros celebramos bailando, comiendo alimentos del valle, queso, choclito, que son los productos que le agradecemos a la cruz, le pedimos que nos cuide, que tengamos alimentación, salud, etc”.
En ese momento de celebración, Elizabeth Cutipa González, directora regional (i) de Fundación Integra, destacó que esta actividad pudiera retomarse después de dos años junto con las familias y comunidad educativa y felicitó a los niños y niñas que prepararon presentaciones artísticas, pidiéndole a la cruz mucho éxito, salud y mucho bienestar para ellos y sus familias.
Como es tradición, la cruz una vez traída desde el cerro retornó este año al jardín en donde fue bendecida por el sacerdote de la iglesia de Poconchile, Fernando Meneses, y recibió los buenos deseos y pedidos de los niños, niñas y toda la comunidad educativa para este 2022.
Integra pertenece a la Red de Fundaciones de la Presidencia de la República. Con 31 años de experiencia, es la red más grande de salas cuna y jardines infantiles del país con más de 1.200 establecimientos gratuitos, a los que asisten más de 85 mil niños y niñas en todo Chile.
