Primero se ganaba la confianza de las menores y después se aprovechaba de su condición de encargado de Colonias de la Iglesia Católica y bajo amenazas, abusaba de ellas, argumentando que era Dios quien ordenaba los deleznables hechos. La Fiscalía pide 38 años de cárcel para S.A.A. de 24 años, quien fue declarado culpable de los delitos de abuso sexual en contra de nueve menores y almacenamiento de material pornográfico infantil. La defensa pide la rebaja de la pena a tres años por buena conducta anterior.
Momentos de profundo dolor y rabia se vivieron ayer en la Sala 1 del Tribunal Oral en lo Penal cuando las familias de las víctimas escucharon la deliberación y tras la lectura revivieron los graves hechos cometidos en contra de sus hijas. El martes 11 de octubre, el Tribunal dará a conocer la condena que deberá cumplir el acusado.
Tras la presentación de una serie de antecedentes y crudos relatos de testigos y peritos, además de fotografías, videos, pantallazos, entre otros, el Fiscal Luis Soriano logró demostrar que el acusado tuvo participación en los hechos en calidad de autor, por lo que solicitó 38 años de prisión efectiva para el acusado. Con todos los antecedentes, ayer el Tribunal Oral en lo Penal de Arica y luego de más de siete meses de juicio, declaró culpable al sujeto que trabajaba en la pastoral de la iglesia en Arica, en el juicio que se seguía en su contra por los delitos de abusos sexuales y almacenamiento de material pornográfico infantil.
Los hechos ocurrieron en el 2014, cuando las nueve menores tenían entre 12 y 14 años de edad. El sujeto aprovechando su condición se ganaba la confianza de sus víctimas, pues ellas lo veían como un líder espiritual al que había que seguir y respetar. Cuando lograba esta condición, el estudiante de trabajo social, S.A.A., las reclutaba para el trabajo pastoral de las Colonias Juveniles de la Iglesia. Es así que muchas veces mantenía contacto con ellas por Facebook y a través de esta red social, las citaba a lo que el llamaba «Talleres de confianza» o el juego de «Verdad o Mentira» si la menor perdía tenia que sacarse la ropa, y en el anterior taller, primero pedía fotografías sin ropa de las menores, con la justificación que tenían que «despojarse de todo» para seguir este trabajo. La otra prueba era la prueba de la «Obediencia» en el que según el crudo relato de los familiares, las vendaba y caminaba con ellas , acompañándolas en una pequeña sala en una capilla, al interior de la iglesia. Luego procedía a tocarlas en sus partes íntimas y a rozar sus órganos genitales en contra de ellas. Incluso la familia de una de las víctimas se vio en la obligación de irse de Arica, como consecuencia de lo que vivió su hija con este sujeto. Otro relato señala que el acusado, hacía una especie de ritual donde lavaba los pies de las menores, para luego obligarlas a desnudarse y caminar gateando. En ese momento les tomaba fotografías y les pegaba con una especie varita, obligándolas a decir que eran prostitutas. Otros relatos indican que este sujeto obligaba a las menores a masturbarlo por una orden divina de Dios, también sacando fotos o en otras, las obligaba a tocarse sus partes íntimas y a masturbarse con la justificación que ese era un taller para «Conocer su Cuerpo». Esta práctica también la hacía por la red social Facebook, donde a través de perfiles falsos, chateaba con las menores, incluso amenazando a una de ellas que iba a matar a su madre con un arma que le mostró a través de esa red social. Para mantener esta condición, el acusado también amenazaba a las menores con mostrar las fotografías que tenía de ellas desnudas.
Luego de conocer estos hechos las familias de las víctimas que exigen justicia, denunciaron a este sujeto a la justicia, donde fue formalizado por los delitos antes descritos y enviado a prisión preventiva, mientras duró la investigación por parte de la Brigada de Delitos Sexuales de la PDI y el Fiscal a cargo.
La defensa del acusado encontró excesiva la petición de la Fiscalía, por lo que pidió al Tribunal y de acuerdo a los antecedentes de S.S.A. , tres años de condena y que la viva bajo la modalidad de libertad vigilada.
Obispo
El Obispo de Arica, Moises Atisha señaló que fue la propia iglesia la que instó a realizar la denuncia a una de las familias afectadas «Primero manifestar la cercanía con todas las persona que están involucradas, que han sido víctimas de situaciones que no debieron haber pasado nunca y expresar que seguimos confiando en la justicia desde el inicio. Hay que recordar que cuando se hacen las denuncias es la misma iglesia que invita a una de las familias a hacer esa denuncia y estuvieron facilitando los dos sacerdotes y otras personas que escucharon y tuvieron noticias de estos abusos, para colaborar y declarar y ser testigos » señaló el Obispo.
Ante la consulta de como llega este tipo de sujetos a trabajar en la iglesia, el obispo señaló que recién «A partir del 2015 se renueva la legislación con la «Ley Cuidado y Esperanza» para potenciar la prevención y la habilitación de los agentes pastorales. Como diócesis hemos capacitado, durante este año y parte del anterior, a religiosos, laicos, sacerdotes, diáconos, personas que trabajan en colegios, en parroquias, a unas 800 personas, que ahora están con mayor condición en el trabajo con niños y personas vulnerables». señaló
Nota: Solo se da las iniciales del imputado para proteger a las víctimas
