Como artesana decidió dar valor a estos elementos propios de la cultura y que se utilizan, principalmente, en los carnavales.
Aproximadamente en el 2012, Ana María Nieto, artesana afrodescendiente, pudo especializarse en la fabricación de muñecos gracias a un taller ofrecido por el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio y la Municipalidad de Arica. Ahí conoció cabezudos, gigantes y máscaras, y aprendió la técnica, aunque su relación con estos objetos venía de mucho antes.
Hija de Carnavales
Ana María es hija de carnavales. Su padre, participaba en ellos y desde pequeña conoció los relatos de cómo los afrodescendientes participaban en estas actividades. Ya en su juventud hacía gigantes para presentarlos en la Ginga hechos de cartón y tela.
“Inicialmente pensaba que esto era una especie de adorno de los carnavales, pero investigando, en Perú desde la Colonia se utilizaban los gigantes y los cabezudos y quienes los usaban eran los afrodescendientes. Tomé la iniciativa de no dejar de hacer esto, porque tiene relación con nuestro pueblo. Conocí esta historia a través de las acuarelas de Martín Fierro, ya que en América se dio la esclavitud y se nos imponía cargar estas monumentales figuras que en general representaban, según la acuarela de este artista, a cholitas, españoles y campesinos. Las cargaban los afrodescendientes e indígenas, y el cabezudo se usaba para asustar a los negros que se portaban mal”, cuenta.
Con el correr del tiempo, la artesana incursionó también en las máscaras de reproducción y fantasía africana. Todos sus productos eran principalmente para carnavales, pero hoy en día, les piden sus muñecos para cualquier época del año. “En nuestra región hay tanta cultura que es absolutamente necesario representarla. Me pareció un trabajo muy bonito y acá hay muy pocas personas que lo hacen, así que siendo afrodescendiente sentí que debía darle valor”.
Markallamän es el emprendimiento que decidió crear. Cuenta que fabrica sus muñecos con material reciclado y arena de la playa Arenillas Negras, que es más compacta para la realización. Así, ha creado objetos para afrodescendientes, caporales, tobas y para los pueblos del interior y sus festividades, entre otros. “Para mí es un orgullo seguir la línea de mi familia. Mi padre era mucho de carnavales, siempre participó, él gozaba de eso y me lo fue transmitiendo. Además vivo a una cuadra de donde cada año se hace el carnaval en Arica, así que es inevitable que pueda ver los carnavales, siempre estoy vinculada”.
Las mujeres tenemos la energía y la fuerza
Respecto a emprender, Ana María menciona que a las mujeres les cuesta más emprender por todos los roles que debe desempeñar. “Las mujeres tenemos la alegría y la fuerza, además esto forma parte de nuestra economía. Me costó bastante empezar en un principio, pero vamos caminando… nuestras parejas y familiares también están aceptando que generemos economía para el hogar”.
Valoró que hoy en día exista más apoyo para quienes deciden emprender. “La cancha se está empezando a nivelar y han surgido proyectos de las autoridades hacia nosotras, así que es nuestra oportunidad. Estoy agradecida de estos fondos que permiten avanzar y agradecemos a instituciones como Sercotec, Fosis, Corfo o ProChile. También el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, que a través de los Fondart nos permite tener un apalancamiento”.
Para conocer los trabajos de esta artesana afrodescendiente, visitar https://www.markallaman.cl/ o en Facebook como Ana María Nieto o Markallamän.