El Juzgado de Garantía de Arica dejó hoy –jueves 11 de marzo– sujeto a la medida cautelar de prisión preventiva a al imputado por el Ministerio Público como autor del delito consumado de secuestro. Ilícito perpetrado en agosto de 2017, en la ciudad.
En la audiencia de formalización (causa rol 7.689-2017), el magistrado Juan Araya Contreras ordenó el ingreso del imputado al Complejo Penitenciario de Arica, por considerar que su libertad, constituye un peligro para la seguridad de la sociedad. Además, fijó en 30 días el plazo de investigación.
Según el ente persecutor, aproximadamente a las 22 horas del 28 de agosto de 2017, la víctima, de entonces 20 años, acordó reunirse con la coimputada (en rebeldía), por lo que le solicitó a un amigo que lo trasladará en su vehículo hasta avenida Tucapel, frente a un local de comida rápida, lugar donde subió al automóvil de la coimputada, trasladándose hasta un pasaje cercano al Parque Lauca de la ciudad, donde víctima e imputada descendieron del vehículo, retirándose el conductor.
Una vez solos y en la vía pública, la imputada procedió a efectuar una llamada telefónica y a los pocos minutos llegó una camioneta marca Ford, modelo Escape, con cinco sujetos a bordo, entre ellos el imputado y otro sujeto (condenado a 15 años de presidio en la causa) y otros tres sujetos no identificados, quienes iban con el rostro cubierto y portando armas de fuego, quienes obligaron a la fuerza a la víctima a subir en el asiento trasero de la camioneta, quedándose en el lugar la imputada.
Con la víctima a bordo, el grupo comenzó a transitar por diversas calles de Arica, solicitándole en todo momento dinero. Desesperado por la situación, la víctima les indicó la dirección del amigo que lo había trasladado, quien le prestaría dinero, por lo que los secuestradores se dirigieron a dicha casa. Al llegar, se bajó la víctima con uno de los captores, pero nadie salió del inmueble, por lo que los sujetos dispararon en cinco ocasiones al frontis de la vivienda antes de retirarse del lugar con la víctima, continuando el deambular por diferentes calles de la ciudad, reiterando que querían dinero y dándole golpes en diferentes partes del cuerpo, principalmente en rostro y cabeza; además, le rociaron combustible en todo el cuerpo y ropas, amenazándolo con prenderle fuego.
En un momento, y temiendo por su vida, la víctima les dijo a los captores que su padre podía darles dinero, por lo que le permitieron llamarlo por teléfono, a quien le solicitaron $2.000.000.
El padre de la víctima sacó $500.000 de un cajero automático y un televisor de grandes dimensiones, de su domicilio, los que entregó a los secuestradores. No conformes con el monto, le exigieron al progenitor de la víctima que depositará la diferencia en diversas cuentas bancarias que le proporcionaron.
Finalmente, cerca de las cinco de la madrugada, los sujetos trasladaron a la víctima, donde uno de ellos procedió a dispararle en la mano izquierda, antes de abandonarlo en el lugar, donde fue posteriormente auxiliada por carabineros.
