Las cooperativas, con su modelo económico y social distintivo, han sido un pilar fundamental en el desarrollo de muchas comunidades en Chile. Estas organizaciones, caracterizadas por la autogestión y la participación democrática de sus miembros, han contribuido significativamente al bienestar colectivo y al crecimiento económico del país. Sin embargo, como cualquier entidad, las cooperativas enfrentan tanto ventajas como retos que deben ser abordados para maximizar su potencial.
La historia de las cooperativas en Chile se remonta a finales del siglo XIX, cuando los trabajadores comenzaron a organizarse para mejorar sus condiciones laborales y de vida. En 1887, surgieron las primeras cooperativas en Valparaíso llamadas “La Valparaíso” y “La Esmeralda”, marcando el inicio formal del movimiento cooperativo. Durante el siglo XX, especialmente en las décadas de 1960 y 1970, las cooperativas experimentaron un crecimiento notable gracias al apoyo gubernamental y a políticas públicas que fomentaban su desarrollo.
Este auge se vio reflejado en la creación de cooperativas en diversos sectores, desde el agrícola hasta el financiero, pasando por las cooperativas de vivienda y consumo. Hoy en día, el movimiento cooperativo sigue siendo una parte integral de la economía chilena, con miles de cooperativas operando en todo el país.
En el marco del Día Internacional de las Cooperativas, que se celebra el primer sábado de julio de cada año, el seremi de Economía, Fomento y Turismo, José Zúñiga Verdugo, destacó papel vital que estas organizaciones desempeñan en la construcción de un futuro más inclusivo y sostenible. “Este día no solo celebra los logros de las cooperativas en todo el mundo, sino que también subraya la necesidad de continuar apoyando y fortaleciendo estos modelos de negocio para asegurar su éxito a largo plazo”.
Beneficios y desafíos de las cooperativas
Las cooperativas ofrecen numerosos beneficios a sus miembros y a la comunidad en general. Una de sus principales fortalezas es su estructura democrática, que permite a los miembros participar activamente en la toma de decisiones. Esta participación inclusiva promueve la transparencia y el sentido de pertenencia, lo que a su vez fortalece el compromiso y la cohesión dentro de la organización.
Además, al unir recursos y esfuerzos, las cooperativas permiten a sus miembros acceder a mejores oportunidades económicas. Esto incluye financiamiento, mercados y tecnología, que de otro modo podrían estar fuera de su alcance. La colaboración y el apoyo mutuo también fomentan un sentido de comunidad y solidaridad, valores fundamentales en el movimiento cooperativo.
Por otra parte, muchas cooperativas están comprometidas con prácticas sostenibles y responsables, tanto social como ambientalmente. Este enfoque contribuye al desarrollo sostenible de las comunidades, promoviendo un equilibrio entre el crecimiento económico y la protección del medio ambiente.
A pesar de sus numerosos beneficios, las cooperativas no están exentas de desafíos. Uno de los principales problemas es la gestión eficiente y la profesionalización de sus operaciones. La estructura democrática, aunque beneficiosa en muchos aspectos, puede dificultar la toma de decisiones rápidas y efectivas, lo que puede afectar la competitividad de la cooperativa.
El acceso a financiamiento adecuado es otro reto importante. Aunque las cooperativas ofrecen soluciones financieras a sus miembros, ellas mismas a menudo enfrentan dificultades para obtener los recursos necesarios para su crecimiento y expansión. Esta limitación puede restringir su capacidad para innovar y adaptarse a las cambiantes condiciones del mercado.
El mercado competitivo y en constante cambio también presenta desafíos, requiriendo que las cooperativas sean innovadoras y adaptables, áreas donde algunas pueden tener dificultades.
El Seremi de Economía afirmó que «las cooperativas son un motor esencial para el desarrollo económico y social de muchas comunidades en Chile. Su modelo de gestión democrática y su enfoque en el bienestar colectivo las hacen únicas. Sin embargo, es crucial que reciban el apoyo necesario para superar los desafíos que enfrentan, especialmente en términos de acceso a financiamiento y políticas públicas adecuadas. Para el gobierno, el cooperativismo es un eje central es por eso por lo que se creó el Instituto Nacional de Asociatividad y Cooperativismo, NAC, que tendrá por objeto llevar adelante acciones e iniciativas que faciliten el posicionamiento del cooperativismo en los distintos organismos públicos y privados pertinentes”. La autoridad añadió que el Gobierno del presidente Gabriel Boric está comprometido en proporcionar las herramientas necesarias para que las cooperativas puedan prosperar y seguir contribuyendo al desarrollo sostenible del país.
Las cooperativas representan un modelo económico y social valioso, ofreciendo beneficios significativos a sus miembros y a la comunidad en general. Sin embargo, para maximizar su potencial, es crucial abordar los desafíos que enfrentan, especialmente en términos de gestión, financiamiento y apoyo regulatorio. Con el respaldo adecuado, las cooperativas pueden seguir siendo un pilar importante en el desarrollo sostenible y equitativo de Chile.