Enfático fue el alcalde Gerardo Espíndola al señalar que la Municipalidad de Arica “no es una Municipalidad quebrada”, luego que el balance de las obligaciones edilicias a noviembre pasado, mostrara números azules en las arcas de la administración.
Durante el Concejo Municipal de este miércoles, la Dirección de Administración y Finanzas (DAF) realizó un completo balance de la economía municipal durante el 2020, un año particular y complejo para todas las comunas del país producto de la pandemia. El informe entregó todos los detalles de ingresos y deudas edilicias al 30 de noviembre pasado.
Tras entregar el balance de las obligaciones edilicias durante el 2020, los números arrojaron que en la actualidad existe un superávit de 212 millones 11 mil 863 pesos, dineros que evidencian el positivo balance en materia de ingresos percibidos, los cuales superaron las expectativas en el trimestre septiembre-octubre-noviembre.
“Es compleja la situación de las municipalidades en Chile. Hoy hay un gran porcentaje de municipalidades que están, lamentablemente, en quiebra y que no han podido finalizar con números azules la gestión financiera, por diferentes razones, siendo la más fuerte la crisis económica”, señaló al respecto el jefe comunal. Espíndola agregó que “en el caso de la Municipalidad de Arica, pese a la pandemia y pese al cierre y el traspaso de la educación, que nos ha significado una carga financiera importante, finalizamos con números azules”, señaló al respecto el alcalde Espíndola.
Asimismo, señaló que, si bien 220 millones de pesos no es un número considerable, durante diciembre el municipio trabajará arduamente para continuar con la sana administración financiera, buscando mejorar aún más el superávit.
“Lo importante es que esta Municipalidad no está quebrada, en absoluto. Todas las gestiones que hicimos durante los primeros años, el ordenamiento que viene hace años también de los funcionarios de la municipalidad, han permitido sobrellevar de una manera bien oportuna esta crisis financiera”.
Cabe recordar que este año, la Municipalidad de Arica sufrió una significativa merma económica producto de la pandemia. Es así como la gestión comunal dejó de percibir ingresos debido al cierre de los casinos, del terminal de buses, el no pago de permisos de uso de bien de uso público el no pago de patentes y la reducción del Fondo Común Municipal, la disminución más grave de todas.
