El operativo de fiscalización forestal se realiza en todo el país. En el caso de nuestra región Chapisca, en el valle de Lluta, fue la meta regional para conocer los cambios de su vegetación nativa.
Conocer cómo ha ido variando la cobertura vegetacional en zonas priorizadas de fiscalización a lo largo del país y controlar de ese modo el cumplimiento de la legislación forestal vigente, fue el objetivo del operativo que movilizó a la CONAF, en una jornada nacional que abarcó 192 puntos de control, uno de ellos el sector Chapisca, del valle de Lluta.
La fiscalización tuvo como factor común el uso de drones institucionales, tecnología que permite alimentar el Sistema de Alerta de Monitoreo Satelital LEMU (ex SAT) posibilitando detectar los cambios en las coberturas vegetacionales en sectores rurales y de interfaz urbano-rural.
En Arica la jornada tuvo carácter birregional por compartir el dron de fiscalización, lo que significó sumar el apoyo de la oficina de CONAF Tarapacá. Cristian González, geógrafo y jefe del Departamento de Fiscalización Forestal y Ambiental de la región vecina, valoró “la retroalimentación e intercambio de conocimientos en torno a los objetivos de velar por los recursos forestales, especialmente al considerar que estamos en el desierto más árido del mundo”.
Héctor Peñaranda, director regional de CONAF, quien encabezó la jornada, explicó que la selección de Chapisca se debió a que una zona priorizada de fiscalización, en atención a la presencia de bosquetes de Morella pavonis, nombre científico del guacano, y a que ya se habían detectado mermas en su cobertura.
El operativo de fiscalización a nivel local buscó verificar las variaciones qué presentan unos diez polígonos repartidos en una superficie total de 133 hectáreas, donde la presencia de esta especie nativa ha disminuido principalmente por habilitación de suelos agrícolas, sin consideración al carácter de especie protegida que tiene este recurso.
Carla Vargas, fiscalizadora forestal de CONAF Arica y Parinacota, la única mujer fiscalizadora de la macrozona norte que cuenta con certificación para el uso de drones, destacó que mediante esta tecnología la actividad de terreno es mucho más efectiva, ya que en poco tiempo se logra captar una gran superficie y luego contrastar mediante las imágenes satelitales los cambios vegetacionales donde hay presencia de especies nativas.
Tanto ella como Cristian González forman parte de los más de 30 fiscalizadores capacitados por CONAF para este tipo de operaciones, cifra que este año se duplicará de aquí a fin de año.
